lunes, 19 de enero de 2009

Resumen

Camila es una chica completamente normal . Hata que conoce la muerte en vida

Capitulo 1 : Camila

Capitulo 1: Camila

Era día de matemáticas, jueves, mas o menos las tres de la tarde.

Esa era una escuela vieja y derruida, pero aun, peleando contra el tiempo con uñas y dientes, se mantenía de pie

En el almuerzo ella saco un sándwich , una bebida ( coca cola , su favorita) y fue a la cocina para pedirle a la amable señora Warren que le pasara el pastel de helado que había guardado en la heladera de la escuela.

Helado. Ese delicioso postre siempre le recordaba a su tía, muerta de cáncer .

Su tía siempre traía helado de la fabrica en donde trabajaba.

Recordaba un día de verano muy caliente. Ya eran las vacaciones y su familia había comprado una piscina

Sus primos (entre ellos su madrina) habían llegado con un pote de helado

Su madrina habia optado por la parte onda de la piscina, mientras que su hermano y su primo jugaban con el agua.

Su madrina. Hacia mucho que no pensaba en ella.

Había muerto de esquizofrenia hacia años.

Pero, antes de morir le había heredado su casa de muñecas, sus Barbies y sus libros


En uno de los gastados salones de esa instrucción publica Camila Ríos copiaba los problemas escritos en tiza en el pizarrón verde pasto.

Era una prueba pero Camila no había estudiado.

En un momento, cuando su compañero, algo descuidado por cierto, alzo la hoja, Camila intento copiar.

Ella pensaba que su profesora, la ruda señora Criu, no la estaba mirando. Pero Crui si la miraba.

Caminando por entre las filas de mesas con paso decido y le quito la hoja, a la cual la chica había pensado a escribir y cometo

-Otra vez el mismo truco señorita Ríos- dijo, sonriendo entre dientes.

Camila ya conocía esa sonrisa fingida. La había visto otras veces, cuando llegaban estudiantes nuevos y la profesora los hacia pasar y decir algunas cosas, a sabidas de que algunos chicos eran muy tímidos. Esa mujer era algo cruel. Como en esos momentos

- Que vieja maldita – comento Carmen mientras caminaban hacia su casa.

Carmen no era amiga de Camila sino sol una compañera. Camila incluso llego a pensar que jamás tendría una amiga.

-Si – respondió mientras caminaban.


En ese momento paso un auto y tuvieron que subir a la acera. Luego se debieron ya que Carmen vivía al otro lado de la manzana.

Camila decidió no ir a su casa, no de inmediato al menos sino que opto por dar uno de esos paseos que hacia a veces después de la escuela y que le encantaban.

Tomo otro camino pues le agrada pasear en terrenos desconocidos, pero seguros y con pocos autos.

Camila era una chica de dieciséis años muy hermosa. Su cabeza era algo cuadrada pero eso no le sacaba ni pizca de hermosura, sus ojos castaño y diáfanos, bien perfilados y su cabello corto crespo, de color marrón.

Camila vivía en una casa también muy bonita .Ella no era rica, pero feliz. Después vio unas flores a un lado del camino.

Eran muy hermosas y coloridas y decidió llevársela a su madre, sabiendo que a Mara Ríos le gustaban es tipo de flores.

Era muy entrada la tarde cuando decidió volver a su hogar.

Corriendo lego en pocos minutos, tan apurada que estaba.

Pero , cuando doblaba la calle se encontró con una gran sorpresa .

Había unos policías cerca de su casa.


Empezó a preocuparse mucho, a tener miedo, a sentir como le sudaban las manos

Fue hacia el oficial que tenía mas cerca y pregunto

- ¿Qué ha pasado?-

- Hubo un asalto señorita…. –


- Ríos. Camila Ríos.-

- Cuanto lo lamento por usted - dijo el hombre bajando la mira

- ¿Qué…?- balbuceo tratando de continuar la frase pero no pudo

- Su familia murió. Los acecinaron –

Sintió el mundo caerse. Grito, lloro. No podía hacer otra cosa que llorar. Llorar.

Le ofrecieron, después de unas horas café y la llevaron a la morgue.

Cerca de la ventana el cuerpo de su padre. Más allá, el de su madre. Destrozado debido al ataque con un cuchillo el de su hermano, Nahuel Ríos.

Siguió llorando.

-¿¡Orfanato!?- dijo unas horas después, cuando le comunicaron la nueva situación

- Si señorita Ríos, debido a que usted es menor de edad deberá ir allí


Con tristeza entro a la casa.

Ahí, sentada en su cama recordó cosas.

A su hermano, jugando juntos de pequeños.

A su padre, enseñándole a andar en bicicleta

A su madre ayudándole a hacer pastelitos.

Y entonces sonrió.

Y se prometió a si misma no volver a llorar.

El viaje al orfanato fue tedioso y agotador. Le o.

En el lugar le quitaron su ropa a la moda y sus muñecas de infancia .ya que decían que esos objetos distraían del estudio y solo le permitieron conservar sus libros

Esa noche fue a un cuarto que iba a compartir por los siguientes dos años, ya que se iría cuando alcanzara la mayoría de edad.

Durmió muy mal. Al despertar pensó que estaba en su casa de nuevo y que Mara Ríos estaba haciendo su desayuno, le se levanto y grito,

- ¡Ya voy mama!- .

Sin embargo se encontró con otras tres camas con otras chicas, aun dormidas.

Le dieron ganas de llorar, emocionada como estaba por sus recuerdos pero se contuvo.

Ese sentimiento daba a la belleza de Camila una nueva perspectiva. Un aire de madurez que nunca, en esos años, había tenido.

Volvió a dormirse recordando algo. Algunos de sus compañeros habían querido adoptarla b. Pero, por una cosa o la otra no pudieron.

Siguió durmiendo.

Ese día pollo con papas, una fruta que le supo agria y a estudiar. Camila no era muy buena es eso. De hecho, como su madrina muerta hacia años, solo se esforzaba en los exámenes finales.

Además algunas compañeras eran muy malas y algunos otros eran demasiado babosos con respecto a ella

Esa noche hizo algo que no había hecho antes es decir luego de la muerte de su familia : soñó

Soñó con unos brazos que la cargaban, soñó con una mordida que, como un beso se calmo


Despertó y abrió sus ojos castaños.

¿Dónde estaba?

Seguro que en el orfanato no.

Estaba, eso si, en una lujosísima habitación. Había televisor ,dvd. , y lo mas sorprendente , hay estaban todas sus cosas incluyendo esa vieja Barbie que su madrina le había regalado .

Entonces la sintió, una sed, una sed terrible .

Fu hacia una puerta y la abrió.

Ahí encontró un baño completo.

No perdiendo tiempo abrió la canilla y bebió.

Pero esa sed terrible no calmaba.

Desesperada trato de abrir la puerta pero juntando fuerzas lo logro .

La puerta se rompió y el halo de luz verde que la rodeaba también.

Pero no estaba sola.

Una chica de unos quince años, bastante linda que sostenía un vaso de vidrio con un líquido rojo la vio pasar corriendo, cuando trato de detenerla era tarde.

Ya se había ido…

Salio y se encontró que estaba en una mansión tipo gótico.

Trato de escapar, pero estaba, cuando volvió la mirada, se encontró con varias personas, que le estaban siguiendo.

Un hombre, que parecía el líder, la alcanzo fácilmente, moviéndose a una velocidad extrema

- Hola preciosa – dijo antes de hacer parecer un vaso de la nada, con el mismo liquido rojo que tenia la chica de la puerta.

La obligo a beberla y, cosa extraña la sed calmo al instante.

-Tranquila…. Entra a la que ahora será tu casa por la eternidad y te explicare todo-

Era un día soleado.

Camila, extrañamente, se sentía por primera vez desde l asesinato de su familia a salvo.

El desconocido la guió por los pasillos llenos de cuadros y llegaron ambos, seguidos de los demás a una sala.

La sentó (Camila estaba muy débil) y se volteo hacia la chica del vaso.

- Giselle, Giselle…. ¡Eres una estupida¡ ¡Podría haber ocurrido una tragedia¡¡¿No te hable yo de mi caso?-
- Perdóname…. Es que ella abrió la puerta.

- Si que eres una estupida . ¡Sabes que yo mismo puse un hechizo¡- grito

La joven comenzó a llorar y dos apuestos hombres la defendieron.

- Mi hermana no tubo la culpa. Quizás rompió el hechizo recuerda que tu lo pusiste apurado-

Otro hombre la abrazo y la beso en los labios.

- Gracias hermano ,gracias Barnabas – dijo secándose las lagrimas de la cara

- Bien ahora le explicaremos a su nueva hermana lo que pasa aquí- dijo sentándose al lado de Camila

- Camila … -

Pero fue interrumpido por la joven

- ¿Cómo sabe mi nombre?-

- Yo te vigilado desde que naciste , para ver si valías la pena y solo hoy conseguí convertirte –

- ¿Convertirme?¿En que?-

- En un vampiro-

- ¿Cómo? – dijo con miedo

- En un vampiro.-

- No te creo … - dijo en ese momento , asustada

- ¿Por que habría de creerte?-

Instantáneamente el joven desapareció y , al segundo , apareció delante de Camila agarrándole el cuello con fuerza .

- ¿No me creer? Pues harías bien en hacer eso…- término, soltándole el cuello .

- Pero…yo te vi caminando por el sol . A todos ustedes también –

- Esas tonterías que lees no son ciertaza , por cierto ,mi nombre es Menes -

- ¿Un nombre egipcio?-

- Eres muy inteligente –

- Mi profesora no pensaba eso . Decía que solo era una copiona –

- A veces la gente se equivoca –

- Ese liquido que me diste ¿ que era?

- Sangre, que mas. Bueno ahora te presentare a la familia-

- Esta es Tay Tay –

-
Una chica de cabello negro, ojos orientales y castaños le sonrió

- La segunda es Giselle - la joven de cabello castaño y ojos del mismo color la saludo

- Este es su hermano Juan – el chico de cabello y ojos marrones también la saludo
- Su hermano Yuliana – una joven casi idéntica a Giselle tocaba el piano

- Y su otra hermano Xoana – una bella chica pelirroja cantaba en un rincón.

- Barnabas – el tenia el cabello negro y los ojos azules.

- Ineb Hedy – un bellísimo hombre de ojos azules le hizo un gesto desdeñoso.

- Y Eliana – una bella joven morena ,de cabello largo negro y ojos cataños le devolvio la mirada.

- Bien esos son todos. Ahora las reglas. Primera: no puedes matar o convertir a nadie hasta que yo y los demás te autoricemos. Segundo: tienes que trabajar en algo y ayudar con la casa. No hay sirvientes pues, a pesar de cuidar las apariencias nos descubrieran

-¿No puedes hechizarlos como en el caso de la puerta?-

-Una muy inteligente observación. Y errónea .Si, yo podría hechizarlos pero toda su vida no me alcanzaría el poder –

Todos excepto el hombre de ojos azules le sonrían.

Camila se sintió mejor. Tenía una familia una familia grande y hermosa. ¡Ah! y vampirica